Como trabajadora del campo social, Montse conoce muy bien los retos a los que se enfrentan los inmigrantes en su camino hacia la plena inclusión en la sociedad española. Pero también señala que en muchos casos, por ejemplo en el mercado laboral, los problemas de los inmigrantes son aún mayores a los de los ciudadanos españoles. Y no solo considerando los obstáculos del “exterior”, como la burocracia o los prejuicios, también la actitud de las personas es vital y que todos además de facilitar o promover el cambio en los “otros” también debemos estar dispuestos a cambiar y avanzar.
Montse es una trabajadora del campo social con experiencia, apasionada de su formación. Ahora mismo está realizando una práctica en la organización “Movilidad Humana” en Ferrol, dando apoyo a mujeres inmigrantes y sus familias. Anteriormente, trabajó en el Ayuntamiento de La Coruña, Cariño y algún proyecto social Europeo de inserción sociolaboral.
“Soy pedagoga y con mi especialidad puedo hacer intervención socioeducativa. En La Coruña he trabajado como técnica de apoyo social en atención primaria o puerta de entrada a los servicios sociales; lo que ahora son los servicios sociales comunitarios. También como técnica de inserción sociolaboral de personas con dificultades para el acceso al empleo por motivos diversos: parados de larga duración, inmigrantes, mujeres víctimas de malos tratos o con dificultades para incorporarse de nuevo al mercado laboral después de toda una vida dedicada a su familia, personas sin formación etc.
Me gusta la labor social comunitaria porque puedes analizar muchas problemáticas y ver muchos colectivos diversos”.
A pesar de estar capacitada y tener experiencia en un área tan socialmente necesaria, a Montse no le resulta fácil encontrar trabajo en su campo.
“El problema que le veo es que somos un montón de formaciones actualmente que hacen labor social, y a veces nos solapamos entre nosotros y no sabemos diferenciar cuales son las funciones de unos y de otros”.
Trabajando en La Coruña, Montse reconoció que uno de los grandes problemas que enfrentan muchos inmigrantes es que los diplomas recibidos en las escuelas de sus países de origen no son reconocidos en España.
‘Ciertos países tienen un convenio con España que permite homologar los títulos. Pero en la mayoría de los casos no es posible, que crea un problema grande para los inmigrantes. Porque puede venir, por ejemplo, gente con estudios universitarios que aquí no valen, así hay pocas posibilidades de inserción. Por eso la única opción para muchos es trabajar en campo, hacer comercio ambulante y esas cosas, en caso de no poder homologar estudios’.
Aparte de las cuestiones burocráticas, Montse, sensible a los problemas sociales, advierte el racismo en la sociedad española. La afirmación popular es que los inmigrantes les roban los puestos de trabajo a los ciudadanos españoles. Pero es consciente de lo absurda que es esta opinión.
“No podemos decir que los inmigrantes nos quitan el empleo, porque mucha gente no quiere hacer el trabajo del campo. Allí se trabaja por muchas horas, hay explotación… El otro día un “temporero” murió por un golpe de calor. Han detenido al dueño de la explotación. Eso es grave y esas cosas aún pasan”.
Viniendo al norte de Ferrol, en la zona de Ortigueira, Montse reconoce un gran impacto de los inmigrantes en la economía local.
“En mi zona nos dedicamos mucho a la pesca. Ahora cada vez menos gente local se dedica a hacer estos trabajos, y cada vez más gente inmigrante que trabaja en estas áreas. La gente local busca otra formación y oportunidad de mejorar”.
Con mucha experiencia en la labor social y luchando por encontrar trabajo, Montse conoce muy bien los problemas a los que se enfrenta la gente en Galicia. Y en muchos casos, los desafíos que enfrentan los inmigrantes coinciden con los de los ciudadanos locales.
“La integración en la sociedad española no es fácil a veces, ni para los oriundos, como lo va a ser para los que llegan. Tienes la sensación de siempre estar empezando y volviendo otra vez a recorrer los mismos caminos que ya has recorrido una y otra vez, para ir avanzando. Muchas veces se acaba con depresión y otros problemas de salud. Encima está la parte burocrática que para poder trabajar, los inmigrantes tienen que solicitar papeles, tarjeta sanitaria, etc.”.
Considerando la vida social de los inmigrantes, Montse cree que muchos de ellos buscan el contacto con sus compatriotas y prefieren permanecer en sus círculos sociales, no necesariamente con la comunidad local.
“Si te vas a otro sitio, buscas siempre afinidad, asociaciones donde haya gente como tú, un grupo de iguales, que normalmente los hay. Pero es de lo que se trata, de que haya asociaciones de personas donde te sientas igual”.
Montse reconoce la complejidad del problema de facilitar la integración de los inmigrantes en la sociedad.
“A veces la política no ayuda como debería. Por ejemplo, aunque algunas políticas de izquierdas parecen que apoyan mayores iniciativas sociales y dicen “sí, vamos a hacer esto u otro”, muchas veces luego no se hace. No podrá provenir toda la ayuda únicamente del gobierno y de organizaciones no gubernamentales. Tendrá que haber un equilibrio entre facilitar la integración en la sociedad con ayudas sociales y mecanismos de control para que la gente no tenga solo la opción de acomodarse a esas ayudas que nunca son suficientes. Las personas necesitamos estar dispuestas a tomar el asunto en nuestras propias manos e independizarnos en lo posible de las ayudas sociales. Pero también desde el punto de vista del empleador, o del que ofrece, debería erradicarse ciertas explotaciones que perturban el camino al cambio”.
Aunque muy consciente de las dificultades a las que se enfrentan muchos españoles e inmigrantes en su lucha por la integración en la sociedad y el mercado laboral, Montse cree que hay señales de mejora.
“Yo creo que la sociedad cambia, la gente cambia. Tengo que pensarlo, si no lo pensara, no me gustaría trabajar aquí. Yo creo que tenemos que pensar que no es muy fácil y tenemos que ir poco a poco”.
Lo más importante en tu vida
“Ahora mismo, lo que yo quiero, es trabajar. Para mí lo importante es avanzar y vivir independientemente otra vez. Estar incluida dentro de esta sociedad, buscar mi sitio, aunque sea pequeñito, pero mío. Mi forma de pensar coincidirá con la mayoría porque todos necesitamos tener nuestro sitio”.